Encuentre el diente y lávelo cuidadosamente con agua fría. (No lo cepille ni limpie con jabón, únicamente agua).
Si es posible, coloque el diente en el alvéolo y sosténgalo allí con una gasa limpia o un paño. Si no puede poner el diente de nuevo en el alvéolo, coloque el diente en un recipiente limpio con leche, saliva o agua.
Diríjase inmediatamente a la clínica dental. (Llame al número de emergencia si no son horas hábiles). Entre más rápido actúe, más probabilidades habrá de salvar el diente.
|